jueves, 22 de octubre de 2009

100 % MASOQUISTA

Con sólo 27 años, Laura Meradi, Licenciada en Letras, decidió durante un año vagar en trabajos calificados de “precarios”; trabajos que suelen ser los primeros a los que acceden los jóvenes. Fruto de ese merodeo, nació Alta Rotación, de Tusquets Editores, que si bien surgió de una idea de Sergio Olguín (ex director de la revista literaria “La mujer de mi vida”), terminó motivándola. “Lo primero que se me cruzó fue querer escribir y después era como que todas las cosas que tenían que ver con el libro empezaron a hablarme”, dice Laura, con su figura diminuta, pequeña, envolvente.
Fue vendedora de tarjetas para Italcred, telemarketer para Teletech , cajera para Carrefour, camarera en Portezuelo y sirvió café en el MC Donals; y a pesar de que siente que le gustaría haber hecho otros trabajos (como vender ropa, por ejemplo), está segura de que todos funcionan con la misma matriz; y en esa matriz los sindicatos brillan por su ausencia: “Yo no me crucé con un solo delegado de nada, ni con ninguna organización en todo el año… háganse cargo, las organizaciones no estaban ahí, no estaban en los trabajos precarios; los pibes estaban solos”. Sabe que todo juicio es político y sabe también que hizo lo que pudo; se plantó y conto la experiencia de lo que veía y vivía de la manera más precisa posible.
Esta misma dualidad se halla presente en todo el relato, en algunos momentos más que en otros: “tiene que ver un poco con las dos caras que teníamos todos ahí, que tenía que ver con lo que queríamos ser y lo que estábamos siendo”. El trabajo precario no es sólo “doloroso” por las condiciones laborales sino también por la cantidad de gente que rota día a día soñando ser algo diferente. Laura, busca transmitir esto cada vez que al presentar un nuevo personaje lo describe enumerando su trabajo actual y lo que quiere realmente ser.




Dejando de lado tu objetivo que era poder hacer el libro ¿Qué enseñanza crees que te dejaron los trabajos?

Hay algo que está bastante instalado, que tiene que ver con la cultura del sacrificio… hay una idea como que uno debería aprender de eso… que creo que es el motivo por el que, a veces, muchos padres de clase media que pueden ayudar a sus hijos a que estudien o lo que fuera, los terminan mandando a trabajar a MC Donals como si fuese el servicio militar, en vez de ocuparse realmente de sus hijos. Pero lo que aprendí en realidad, de todo lo que vi ahí fue, una sensación de que te haces más fuerte, estás todo el tiempo enfrentando cosas y te haces más fuerte y podes decodificar más… pero no sé si les pasa a todos o si hay gente que hace su trabajo y no puede hacer ningún otro, y hay gente que hace una especie de negación con eso.
Las desigualdades sociales, la injusticia, también son protagonistas en Alta Rotación; es inútil querer obviarlas, a pesar de que se trate de trabajos que se disfrazan e intentan vender la equidad social: “Con mi primer compañera, con Julieta, que el viejo le pegaba; toda la cuestión como social, familiar que tenía ella que hacía que no tuviera ciertas posibilidades de buscar otro trabajo; obviamente ahí había una ventaja”.


Si viene un chico de 17, 18 años ¿Qué consejo le podes dar?

Que trate de ser consciente de porqué los está haciendo y cuáles son los beneficios que puede sacar de eso; pero que también sea consciente de las condiciones en las que está trabajando. Por el otro lado, le diría mentí, dibuja tu Currículum como sea; no les importa nada, no entienden nada… básicamente eso.
No todo es negativo. Siempre hay una esperanza; para Laura, la clave está en la escritura: “Me parece importante que un trabajador cualquiera se pueda apropiar de su experiencia a través de la escritura. Me parece que a través de la escritura uno puede ver un montón de cosas”. De esta forma lo hizo Laura.
Así es ella y Alta Rotación: se vende y te compra.








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